lunes, 20 de julio de 2009

Carta de un barrilete

Querida Kate:
Se que ir al parque sin mi no ha sido lo mismo. Yo también te extraño. Nunca me voy a olvidar que vos fuiste la que me dio vida. Si no fuera por vos, solo sería pedazos de hilo y papel. Vos me hiciste lo que soy, un hermoso barrilete. Me enseñaste a volar y siempre voy a atesorar en mi corazón esas tardes que pasabamos juntos.
Sin embargo, lamento decirte que mis mañanas eran bastante deprimentes. Nunca entendí porque tu mama no te dejaba llevarme al colegio (¡personalmente creo que hubiera sido muy divertido!). Las primeras horas del día eran realmente aburridas sin vos. Por lo menos, en verano, el tiempo parecía pasar más rápido cuando imaginaba las fantásticas aventuras que compartiríamos. Pero las mañanas de lluvia realmente me llenaban de esta sensación: “te vas a quedar acá todo el día”.
De todas maneras, hablemos del momento más lindo (para los dos): ¡tu llegada a casa del colegio! Allí estaba, recostado en tu mesita de luz, espiando por la ventana… Y de repente, irrumpías en la habitación y me agarrabas del piolín. Los dos estábamos listos para irnos y divertirnos juntos.
Debo admitir que el viaje al parque no era de la forma que yo lo había planeado. Yo te podía imaginar saltando por la vereda agarrándome con tu mano mientras volaba al ladito tuyo. Pero no era así, y estaba atrapado en una bolsa con un osito regordete. Sin embargo, todo lo olvidaba cuando me dabas libertad. Tomabas mi cuerda fuertemente alrededor de tu muñeca y allí estaba, volando por el cielo. Podía ver las nubes, el sol, y lo que más amaba, los pájaros (no le digas esto a nadie pero… a veces simulaba ser uno de ellos). Ser libre significaba tanto para mí que, de a poquito, empezaron a crecer mis propias alas. Pero siempre disfruté de tu compañía y me daba miedo volar solo. Me llevó mucho tiempo hacer lo que hice esa tarde. Sólo quiero que sepas que no perdiste Kate, solamente tomé coraje y abrí mis alas.
He viajado tanto, he visto tantas formas de nubes y he hablado con tantos pájaros, ¡es realmente mágico allá arriba Kate! (Hasta he llegado a apreciar los días de lluvia, ¿lo podés creer?)

Gracias por haberme enseñado a volar,
Siempre tuyo, tu barrilete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario